UN LUGAR PARA EL ACTIVISMO
Pensamos en concienciar. A menudo se nos presenta una versión ligera, desenfadada y disfrazada de lo que es la explotación de animales para consumo. Pero la realidad es bien distinta; resultaría inimaginable para cualquiera soportar tanto dolor, tanto sufrimiento, tanta humillación y tanta indiferencia. Lo que se esconde tras los dinámicos y sonoros anuncios de televisión, tras las coloridas etiquetas, tras los prácticos envases se describe con una sola palabra: tortura. Se esconde algo terrible tras la cara amable de la publicidad y el consumidor debe saberlo.
Desde nuestro Santuario queremos mostrar las dos caras de la moneda; el contraste entre el bienestar de los animales que allí habiten y la espantosa situación de los que por el contrario no han corrido la misma suerte. Queremos informar a nuestros visitantes sobre los métodos de explotación animal, sobre los abusos y las extralimitaciones de una industria plagada de irregularidades y que antepone la rentabilidad a la vida y al individuo; queremos mostrarles la verdadera vida de una vaca de explotación lechera mientras miran a los ojos de una de las de nuestro Santuario.
Queremos que durante las visitas los sentidos se agudicen y que perciban el deseo de vivir y la capacidad de sentir de todos los animales, lo bueno pero también lo que les hace daño.
Trabajaremos sin descanso para lograr que la sociedad nos escuche.